La Fiebre mata.
Siguiendo a Priessnetz Padre de la
Hidroterapia, Kneipp con sus baños fríos que despiertan la reacción térmica de
la piel, produce sobre ella fiebre artificial y así directamente refresca y
descongestiona también las entrañas afiebradas en todo enfermo.
Con sus baños fríos de bajo vientre Kuhne
refresca el interior de la cavidad abdominal e indirectamente restablece
también al calor normal de la piel.
Resultados similares se consiguen con los
fajados de lodo de Just y con los baños de vapor y sol en combinaciones con
aplicaciones de agua fría. Mientras Kuhne se dirigía a combatir la fiebre
interna y Kneipp a hacer reaccionar la piel fría e inactiva en todo enfermo la
Doctrina Térmica enseña a combatir conjuntamente la fiebre interna y el frio
exterior del cuerpo, refrescando el interior del vientre y despertando el calor
natural de la piel.
¿Qué se entiende por fiebre?
Fiebre o calentura es el fenómeno de
naturaleza inflamatoria y congestiva. Se origina por reacción nerviosa y
circulatoria cuando los nervios son irritados o sometidos a trabajo mayor que
el normal. El calor febril es el efecto de la reacción nerviosa y circulatoria.
La enfermedad no es obra del demonio o
maleficios, ni del microbio, sino que ella en todos casos, desarreglo funcional
por fiebre gastrointestinal, como en grado variable lo revela el iris de los ojos
de todo enfermo y generalmente lo confirma su pulso. Corrompiendo los alimentos
esta fiebre debilita y mata, la vida por desnutrición e intoxicación progresiva
de sus víctimas. Por fin también la
fiebre interna debilita las funciones de la piel, considerada también como el
tercer riñón y tercer pulmón, porque produce anemia, es decir deficiente
circulación sanguínea en este órgano en medida que aumenta la congestión de las
entrañas.
Es así como la fiebre interna altera la
salud y mata la vida, incapacitando al cuerpo para nutrirse y desintoxicarse
normalmente.
Fiebre y no microbio es, es pues el
enemigo que se precisa combatir en todo enfermo y en toda dolencia. Con razón
los libros antiguos de medicina atribuían la muerte de sus personajes a la
fiebre o calentura. Es común encontrar en ellos esta frase: “Se presentó la
calentura y murió”. En realidad se muere de “Fiebre” y no de infecciones.
“Buenas digestiones” y no “inyecciones”
constituye recurso curativo que triunfará en toda dolencia. La digestión sana,
ante todo, requiere temperatura normal en el aparato digestivo.
La doctrina del equilibrio térmico de
Manuel Lezaeta como base de la salud del cuerpo por primera vez se formula en
la historia de la medicina como un principio fundamental que da unidad
definitiva a todos los sistemas curativos naturales.
Desde ahora tenemos, pues, la Medicina Natural
como ciencia única y completa que viene a establecer el verdadero concepto
sobre “enfermedad”. También el examen del iris de los ojos, permite dirigir el criterio
del médico y obtener una investigación exacta de las necesidades que precisa satisfacer
el organismo enfermo.
Por
fin esta doctrina llevará al médico a escoger los procedimientos adecuados en
cada caso para colocar al enfermo en situación de normalizar sus funciones
digestiva y eliminadora mediante el restablecimiento del equilibrio térmico de
su cuerpo.
El ser humano es el único ser de la
Creación que desequilibra las temperaturas de su cuerpo afeminando su piel con
vestidos y afiebrando sus entrañas con los esfuerzos a que somete su aparato
digestivo para elaborar alimentos inadecuados.
Buena Salud a Todos.
Bibliografía:
La medicina natural al alcance de todos. Manuel Lezaeta. Edit. PAX México
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