Los pioneros de la Citoterapia


El propósito de la Citoterapia es el de insertar en el organismo células, órganos y tejidos de lechón
en el organismo los cuales reactivan sistemas alterados llevándolos de vuelta a la homeostasis. La única posibilidad de sustituir viejas células que han dejado de producir secreciones de hormonas es mediante la aplicación de células jóvenes.

Aspectos sobresalientes sobre esta investigaciones provienen del Dr. Paul Niehams y el Dr. Alexis Carrel premio Nobel de la Medicina, quienes estuvieron implantando en 1930 tejidos jóvenes de ganado y ovejas en pacientes con diversas enfermedades,  sorprendiendo al mundo científico de su tiempo en su clínica en Suiza y llegó a dar tratamientos terapéuticos a personajes importantes de la política, negocios, medio artistico y la religión entre ellos el  Papa Pio XII, habiendo obtenido gran éxito en la recuperación de estos pacientes, ofreciéndoles mayor energía, vitalidad y rejuvenecimiento.

                                                   

A su regreso de Europa, el Dr. Heberto Alcazar Montenegro de la UNAM, en los años 50
desarrolló una Cito terapia basada en el implante de glándulas intactas inmediatamente después de ser extraídas de cerdos infantes (lechones). Con este método el rechazo inmunológico no es posible debido a la inducción de tolerancia inmunológica en el receptor con la aplicación de ácido ribonucleico vía 1M en el hombro a la altura del deltoides con 1.5 cm de largo por un 1cm de profundidad, creando así una cubierta de tejido, donde la glándula hipófisis es colocada inmediatamente de extraída. Se sutura y la herida se cubre, y pirofosfato de tiamina le será aplicada al paciente durante un periodo de 12 días: esto con el propósito de restaurar la energía metabólica.

Esta Citoterapia ha sido aplicada en pacientes con menopausia, disfunción sexual, diabetes mellitus tipo 1 y 2. Desordenes de crecimiento, enfermedades endocrinas crónicas y degenerativas. Para retrasar el proceso del envejecimiento y como método profiláctico.

Los resultados han demostrado que después de 10 días del implante, se produce un cambio en la concentración de hormonas circulantes: el resultado clínico mas notable se hace presente durante el segundo y tercer mes, aunque los efectos duran 3 años.

Los resultados de los test en clínica muestran que la proboscis de la glándula hipófisis induce la secreción gradual de sus hormonas, las cuales empiezan a circular y cuando alcanzan los órganos reactivarán las glándulas y órganos causando la secreción de hormonas. Esto regula el sistema de
retro-alimentación que ha sido deteriorado debido a una enfermedad, envejecimiento o proceso degenerativo, entonces se normaliza y nivela la circulación hormonal.

En conclusión, la aplicación de la glándula hipófisis permite la recuperación de los niveles hormonales y retiene la homeostasis sin causar consecuencias adversas.


Buena Salud a Todos.

Contacto: Cel 322 134 6651. Correo elec.: jesus17021959q@gmail.com

Bibliografía: Hacia la Medicina del Futuro, Dr. Heberto Alcazar M. Edit. B. Costa-Anic, Mex. 1974

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